Translate

martes, 26 de marzo de 2013

EL TRASTORNO EROTOMANÍACO Y SUS IMPLICACIONES LEGALES

El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli)
La erotomanía es la forma patológica de amor no correspondido, también conocido como el síndrome de Clerambault. Fue Clerambault, psiquiatra francés, quien en 1942 definió este trastorno de la desilusión y lo clasificó como puro (que se caracteriza por presentar como patología única el delirio) o secundario (en la que se presenta como parte de un abanico más amplio de delirios). La erotomanía históricamente ha sido conceptualizada como un trastorno ilusorio propio de las mujeres en donde la mujer cree que un hombre, usualmente de una posición social superior, está apasionadamente enamorado de ella. De hecho, tal relación no existe, y el objeto amado, a lo sumo, sólo ha tenido un breve contacto con el individuo ilusorio (Hollender y Callahan, 1975; Seeman, 1978). Sin embargo, los hombres también desarrollan este trastorno. La erotomanía propia de los hombres tiene mejor probabilidad de dar como resultado una actuación violenta. Como fue el caso de John Hinckley, Jr que intentó asesinar al Presidente Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981, después de su repetido fracaso por conquistar a la actriz Jodie Foster. Justo antes del tiroteo, él le escribe una nota: "Jodie, abandonaré  esta idea de atrapar a Reagan en un segundo si sólo así pudiese ganarme tu corazón y pudiese vivir el resto de mi vida contigo".

Este trastorno se incluyó en el DSM III-R como el subtipo del delirio erotomaniaco (paranoico) con el tema central de "una falsa ilusión erótica...que uno es amado por otro". Esta falsa ilusión enfoca la atención en una idealizada unión romántica o unión espiritual en vez de atracción sexual, y el objeto fijado es a menudo de superior estatus social o económico.  En el DMS IV aparece como un tipo de trastorno delirante (F22.0)

Diezt (1988a) realizó un estudio empírico de cartas enviadas a famosos y políticos, llegando a las siguientes conclusiones: 
  • La erotomanía no debería ser considerada como un trastorno mental raro,
  • No es un trastorno predominantemente propio de las mujeres,
  • El más probable receptor de la violencia es la persona percibida como estorbo del objeto deseado,
  • Menos del 5% de individuos erotomaniacos son violentos.
Este autor también observó que individuos erotomaniacos no necesariamente se mantienen obsesionados con un objeto, sino que pueden cambiar de objetivo.

Es habitual que estas personas intenten no entrar en contacto con el objeto amado, por lo que suelen escribir cartas y comprar regalos que no llegan a enviar. Cuando intentan contactar realmente y son rechazos por el objeto, suele aparecer el síntoma de la conducta paradójica, que consiste en interpretar todas las negativas verbales y físicas de amor como una prueba de éste.

Posibles Complicaciones Legales (Goldstein, 1987; Zona, 1993)  

Los hombres que muestran conductas irracionales debido a delirios erotomaníacos suelen ser diagnosticados de esquizofrenia, pero algunos parecen tener trastorno delirante. A menudo la conducta mostrada es de hostigamiento, pero aunque no haya violencia, la persistente intrusividad e incorregibilidad del individuo pueden resultar bastante alarmantes para la víctima, que está asustada por la situación y por las acusaciones públicas del otro (Pathé, 1997).

La conducta gravemente agresiva puede llevar al asalto, secuestro e incluso asesinato, a veces, del objeto amoroso o quizás de alguien que es visto como un rival. Se dan situaciones de acoso y en un considerable número de casos la víctima no sabe quién es el acosador.

Aunque las mujeres no son tan proclives a actuar con agresividad debido a sus delirios erotomaníacos, pueden manifestar sus falsas creencias de forma devastadora. Por ejemplo, una mujer con delirio puede declarar públicamente que un médico, psicólogo o maestro ha manifestado fuertes sentimientos eróticos hacia ella. Esta creencia puede ser resultado de un recuerdo delirante. Si tiene una personalidad no deteriorada, es coherente, cree totalmente en su propia historia y la presenta con la típica vehemencia y persistencia, puede ser virtualmente imposible persuadir al público y a las autoridades de que las acusaciones son totalmente falsas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario