El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli) |
Este trastorno se incluyó en el DSM III-R como el subtipo del delirio erotomaniaco (paranoico) con el tema central de "una falsa ilusión erótica...que uno es amado por otro". Esta falsa ilusión enfoca la atención en una idealizada unión romántica o unión espiritual en vez de atracción sexual, y el objeto fijado es a menudo de superior estatus social o económico. En el DMS IV aparece como un tipo de trastorno delirante (F22.0)
Diezt (1988a) realizó un estudio empírico de cartas enviadas a famosos y políticos, llegando a las siguientes conclusiones:
- La erotomanía no debería ser considerada como un trastorno mental raro,
- No es un trastorno predominantemente propio de las mujeres,
- El más probable receptor de la violencia es la persona percibida como estorbo del objeto deseado,
- Menos del 5% de individuos erotomaniacos son violentos.
Este autor también observó que individuos erotomaniacos no necesariamente se mantienen obsesionados con un objeto, sino que pueden cambiar de objetivo.
Es habitual que estas personas intenten no entrar en contacto con el objeto amado, por lo que suelen escribir cartas y comprar regalos que no llegan a enviar. Cuando intentan contactar realmente y son rechazos por el objeto, suele aparecer el síntoma de la conducta paradójica, que consiste en interpretar todas las negativas verbales y físicas de amor como una prueba de éste.
Posibles Complicaciones Legales (Goldstein, 1987; Zona, 1993)
Los hombres que muestran conductas irracionales debido a delirios erotomaníacos suelen ser diagnosticados de esquizofrenia, pero algunos parecen tener trastorno delirante. A menudo la conducta mostrada es de hostigamiento, pero aunque no haya violencia, la persistente intrusividad e incorregibilidad del individuo pueden resultar bastante alarmantes para la víctima, que está asustada por la situación y por las acusaciones públicas del otro (Pathé, 1997).
La conducta gravemente agresiva puede llevar al asalto, secuestro e incluso asesinato, a veces, del objeto amoroso o quizás de alguien que es visto como un rival. Se dan situaciones de acoso y en un considerable número de casos la víctima no sabe quién es el acosador.
Aunque las mujeres no son tan proclives a actuar con agresividad debido a sus delirios erotomaníacos, pueden manifestar sus falsas creencias de forma devastadora. Por ejemplo, una mujer con delirio puede declarar públicamente que un médico, psicólogo o maestro ha manifestado fuertes sentimientos eróticos hacia ella. Esta creencia puede ser resultado de un recuerdo delirante. Si tiene una personalidad no deteriorada, es coherente, cree totalmente en su propia historia y la presenta con la típica vehemencia y persistencia, puede ser virtualmente imposible persuadir al público y a las autoridades de que las acusaciones son totalmente falsas.
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